Acabo de leer la palabra sueca «Ljus barn», que quiere decir niño luminoso o criatura de luz. Inevitable pensar en mi criatura luminosa, donde quiera que estés, hagas lo que hagas. Hombre de fuego encarando la lluvia en los ojos que provoca el acantilado de tus múltiples abismos que son míos. Recupero esta foto que me evoca a un anciano desvaneciéndose entre las hojas de un libro, que huele a vino y a complicidad, a rinocerontes y azogues de mercurio reflejando el Norte. Pienso en la brújula de Teodoro que alguien dejó una noche real en un umbral en penumbra. Y en su dueño sabiendo que no está solo y que pase lo que pase navegar es preciso
Entradas recientes
Archivos
- abril 2021
- enero 2021
- diciembre 2020
- noviembre 2020
- septiembre 2020
- agosto 2020
- julio 2020
- junio 2020
- mayo 2020
- septiembre 2019
- julio 2019
- junio 2019
- mayo 2019
- abril 2019
- marzo 2019
- diciembre 2018
- noviembre 2018
- septiembre 2018
- agosto 2018
- julio 2018
- junio 2018
- mayo 2018
- abril 2018
- marzo 2018
- enero 2018
- diciembre 2017
- noviembre 2017
- octubre 2017
- septiembre 2017
- julio 2017
- junio 2017
- mayo 2017
- abril 2017
- marzo 2017
- febrero 2017
- enero 2017
- diciembre 2016
- noviembre 2016
- octubre 2016
- agosto 2016
- enero 2016
- diciembre 2015
- noviembre 2015
- octubre 2015
- septiembre 2015
- agosto 2015
- julio 2015
- abril 2015
- enero 2015
- noviembre 2014
- septiembre 2014
- agosto 2014
- julio 2014
- junio 2014
- mayo 2014
- abril 2014
- marzo 2014
- febrero 2014
- enero 2014
- diciembre 2013
- noviembre 2013
- octubre 2013
- septiembre 2013
- agosto 2013
- julio 2013
- junio 2013
- mayo 2013
- abril 2013
- marzo 2013
- enero 2013
Comentarios recientes